La defensa de Gonzalez adujo en el juicio que la no podía considerarse sustracción puesto que la madre tenía la custodia de la menor. En 2014, tras relatar la hija a la madre unos supuestos abusos sexuales del padre, González presenta un denuncia. Ésta fue archivada provisionalmente por falta de pruebas, a pesar de que al menos cuatro informes de distintos expertos afirmaran la verosimilitud del testimonio de la menor y la posibilidad de la existencia de dichos abusos. En 2017, González abandona su casa y se instala en La Cabrera, un pueblo al