El grafeno, nanomaterial famoso, se encuentra formado por láminas de carbono de un solo átomo de espesor. Además de ser el material más resistente que jamás se haya puesto a prueba, abunda en propiedades electrónicas superlativas. Tras una década de investigaciones, falta poco para que pase del laboratorio a las aplicaciones comerciales, entre las que podría destacar como componente de aviones ultraligeros o en baterías de gran capacidad.