“Empezó a manifestarse poco a poco sobre todo en los codos y en las rodillas, aunque aparecía también en otras partes del cuerpo. Al principio, lo achacaba a que soy una enemiga de la crema hidratante. Quién me lo iba a decir. Ahora estoy todo el día con el bote a mi lado, por si acaso”. Alba tiene 29 años y, hace cinco, tuvo que acudir al dermatólogo porque varias concentraciones de pequeños granos comenzaron a crecer en las articulaciones de sus extremidades. Era psoriasis.