Pese a la tasa de desempleo existente, el descenso de la población residente, un stock de vivienda disponible sobredimensionado o la supuesta falta de crédito bancario, España fue el país de la Unión Europea donde la actividad en la construcción aumentó más en el segundo trimestre, al registrar un incremento del 7,0% en tasa interanual, aunque la concesión de hipotecas cerraba su peor semestre de toda la crisis, pese a repuntar en junio, según los datos del INE.