Desde que los militares se hicieron con el poder, quienes protestaron mostrando el saludo de tres dedos que aparece en la película Los juegos del hambre, poniéndose cinta adhesiva en la boca o tocando La Marsellesa también fueron detenidos y podrían enfrentarse a una pena de prisión de dos años. La censura sigue intentando silenciar cualquier crítica hacia los golpistas. Una prueba de ello es que en las librerías de Bangkok actualmente es difícil encontrar un ejemplar de la novela de Orwell...