"No te puedes fiar de las elecciones, las carga el diablo. Miren si no lo que pasó en abril de 1931, unas "pobres" elecciones municipales acabaron con el rey Alfonso XIII y trajeron la II República. Ahora, ochenta y tres años más tarde, unas "simples" elecciones europeas con apenas el 50% de participación, se han llevado por delante al rey Juan Carlos I, el nieto del que cayó en 1931". El artículo defiende la celebración de un referéndum sobre la monarquía no por "oportunismo" sino porque lo cree el momento "oportuno".