Condicionan a los que gobiernan. Llenan salas y pisan calles. Tuitean y seducen. Elección tras elección, van cosechando éxitos electorales. Y han llegado a asesinar. Hoy, la ultraderecha es la mayor amenaza para la democracia y la diversidad social en Europa. En este sentido, el fascismo supone un riesgo mucho mayor que el islamismo más reaccionario y fundamentalista. Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional (FN) francés de extrema derecha, sigue siendo más peligrosa para la cohesión social que una célula durmiente yihadista.