Dos investigadores de la Guardia Civil afirmaron que la entidad no les facilitó su trabajo. Un testigo detrás de otro, y todos ellos trabajadores de Caixabank, pasaron ayer por la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, en Santiago, para responder a las preguntas del fiscal, los abogados personados como acusación particular y de la defensa. El resumen, al acabar, no generó sorpresas. Y es que cada uno de los empleados de la entidad aseguró, sin fisuras, que el exdirector de la sucursal de A Pobra, acusado de estafar 1,9 millones