A Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, morao de España, le atacan los defensores del imperio gay y la ideología de género. A él, el pobre, sólo porque pretende desfibrilar a Franco con cada una de sus declaraciones. Por descontado, él es un cura de los que creen que Dios hizo su túnica con la bandera patria, y por eso mantuvo los símbolos de la dictadura en las iglesias valencianas.