Por un lado está el virus y, por otro, la enfermedad. El virus del ébola se detectó por vez primera en 1976 en dos brotes simultáneos uno en una zona remota del Sudán, y el otro en una aldea cercana al río Ebola, en la República Democrática del Congo. Este último foco fue el que dio nombre al virus que provoca la denominada "enfermedad por virus del ébola" (EVE), considerada como "grave" por la Organización Mundial de la Salud.