Después de jugar al despiste durante días, Mariano Rajoy ha decidido romper los esquemas del debate de la moción de censura al intervenir el primero en defensa del Gobierno, incluso antes de oír a Pablo Iglesias, para responder a la portavoz de Podemos, Irene Montero. Con ironía pero con descalificaciones contundentes, el jefe del Ejecutivo ha atribuido la iniciativa podemita a su afán por el espectáculo, la necesidad de medirse con el PSOE para encabezar la oposición de izquierda y la salida de la crisis económica.