El Estado se encarga de cubrir convenientemente todas y cada una de las necesidades de la población y, además, fija los precios de todos y cada uno de los productos y servicios en la isla. Así pues, el salario medio de un cubano le permite adquirir cada mes 20 barras de pan, tres docenas de huevos, un kilo de leche en polvo, diez latas de puré de tomate, un kilo de pollo y un litro de yogur natural.