El Gobierno ruso prepara medidas encaminadas a relajar su embargo a los productos agrícolas de Grecia, cuya importación permanece vetada desde agosto de 2014, cuando Rusia decidió prohibir la entrada de frutas, verduras, lácteos, carne y pescados de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Australia y Noruega, en respuesta a las sanciones impuestas al país a raíz de la crisis de Ucrania.