Durante el 2015, los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y Brasil fueron objetos de los ataques de la derecha internacional, a través de los llamados golpes blandos, que buscaban crear condiciones económicas y sociales inestables en aras de derrocar a las gestiones progresistas en Latinoamérica.El plan de la derecha internacional dirigida desde Washington y denunciado en reiteradas oportunidades por los gobiernos de izquierda de la región aplicaron la estrategia del impulso de campañas de descrédito, desinformación, miedo