En el espacio de una semana, por lo menos 750 migrantes se teme que hayan muerto cruzando el Mar Mediterráneo. Muchos miles de personas han arriesgado sus vidas este año, huyendo del conflicto y la inestabilidad en África y el Medio Oriente, en pequeñas embarcaciones, muchas veces decrépitos en un intento de llegar a los territorios europeos. Pero el número de víctimas mortales ha aumentado dramáticamente en cuestión de meses. Más de 2.200 vidas se han perdido desde junio, la agencia de refugiados de ACNUR ONU cree.