Iker contestó así a una pregunta de su examen de Lengua de cuarto de Primaria. Algo estarán haciendo mal los políticos en España cuando un niño de nueve años piensa que son unos ladrones, simple y llanamente. La opinión de un inocente crío es la certificación, triste y real, del descrédito del panorama político nacional. Ya no son sólo los trabajadores, empresarios, parados, jubilados o estudiantes los que se ceban con el político de turno. También los niños, que no se olvidan tampoco de los banqueros o de los familiares díscolos del Rey.