“El modelo asistencial tradicional se basa sólo en el dar, lo que coloca al receptor en una situación de inferioridad, sin poder de decisión sobre lo que recibe o no, en este caso el tipo de alimentos, y en definitiva, sin posibilidad de recuperar su autoestima”, explica a El Confidencial Guillaume Bapst, director de esta red y emprendedor social apoyado por Ashoka, la organización sin ánimo de lucro que se encarga de respaldar el trabajo de 3.000 emprendedores sociales.