El día que me encontré frente a una Pantera (esta sí, de verdad)

O bueno, pequeña licencia literaria, ya que era un leopardo.

Comenzamos, muchos años viajando, y lo que más me gusta es la naturaleza, ya había estado en selvas (siempre que era necesario con guías locales) por Centroamérica, Sudamérica y Asia. Esta vez estaba de vacaciones con mi pareja por Malasia, y después de hacer a nuestro aire todos los trekkings posibles por las Cameron Highlands, fuimos a pasar unos días en Teman Negara, con la idea de hacer un trekking de una semana por esa selva.

A la llegada, y el primer día, la DECEPCIÓ, resulta que el año anterior el monzón se adelantó, y les tocó a los guardas entrar en la selva a sacar a todos los trekkings que había, fue un buen lío, y ese año había decidido un mes antes de lo normal cerrar la selva a cualquier que quisiera pasar más de 24 horas dentro.

Nuestro gozo en un pozo, así que aprovechamos el primer día para caminar 7-8 horas, donde pudimos disfrutar un poco de la tranquilidad y el entorno, ver lo típico de la zona, varanos, sanguijuelas, monos, arañas, alguna serpiente bien guapa y huellas de tapir.

Al día siguiente, y ya pensando en dejar la zona un día después, volvimos a coger otra ruta del centro de visitantes, para dar otro paseo, ya que en la zona no hay mucho que hacer, y estábamos un poco de bajón, ya que era una de las cosas que más nos apetecía hacer en el viaje. Normalmente por la naturaleza suelo caminar en silencio, disfrutando y pendiente de poder ver animales (a raiz de escribir esto he hecho una rápida lista mental de todo lo que me he encontrado en libertad y es una pasada), pero ese día íbamos hablando tan tranquilamente.

A la hora o así la primera sorpresa, nos encontramos a una tribu de Orange Asli, allí tan tranquilos, niños, mujeres y ancianos, unos 20, intentamos pasar y no molestar mucho y seguimos caminado y hablando.

De pronto en un momento se escuchó algo que caía de un árbol a las hojas del suelo y por el sonido era pesado. Para los que no habéis estado en selvas muy cerradas, fuera del "sendero", tienes una maraña de hojas, troncos, lianas y demás, que no deja ver casi nada. Nos paramos en seco e intentamos ver que era, ya que por el sonido debía de haber caído de un árbol a 4-5 metros. Yo le dije a mi pareja "creo que es un Varano (la primera vez que ves a ese pedazo de lagarto colgado de las ramas altas flipas)", ya que en ese momento no se me ocurría que podía ser, para que sonase así (un mono no hace ese ruido y se queda quieto) y no se viese nada por más que escudriñábamos la maleza. Mi pareja seguía mirando, e intentó internarse un poco en la hierba mientras me decía: "veo la pata de un gato". Sucedió todo a la vez, de repente se escuchó, amplificado el sonido imagino por los árboles, un rugido, gutural y profundo, de advertencia, que resonaba por todos lados. (Si pones en youtube el rugido del leopardo, el que hace gutural, no el estridente). Nos quedamos los dos paralizados. Le dije a mi pareja: "anda sin girarte hacía mi, despacio", cuando dio el primer paso volvió a rugir más fuerte (imagino que con el movimiento se sintió más amenazado), mi pareja blanca como la pared me pasó, y le dije que siguiese caminando despacio, cuando se había ido 5-10 metros, empecé a hacer lo mismo, todo esto casi meándome y sintiendo auténtico terror (mi mente decía todo el rato: que no sea un tigre, que no sea un tigre...aunque yo sabía que no sonaba a tigre, pero el miedo era incontrolable)

Cuando nos alejamos 10 metros salimos a correr, hice los 20 minutos más rápidos de mi vida con la adrenalina a mil, mi pareja que es corredora me tuvo que gritar que más despacio, porque me la dejaba atrás. No paramos de correr hasta llegar a donde estaba la tribu, y nos quedamos a su lado, 10-15 minutos en silencio, cagados, sintiéndonos protegidos a su lado. Ya más calmados volvimos a la salida, un par de horas de camino en silencio, totalmente alerta y cagados de miedo. Al hablar con los guardas nos dijeron que si, que leopardo, que había muchos, y que claro, al cerrar el parque, pues se acercan a donde hay gente, porque normalmente están muy adentro.

El susto nos duró días, durante el día siguiente íbamos ambos en tensión, yo ha sido la única vez en mi vida que he sentido miedo y terror genuino, el miedo que sale de dentro y te hiela. Una sensación indescriptible

Obviamente siendo culpa nuestra, por entrar en una selva tan antigua y con esa vida salvaje solos, jamás hubiésemos esperado ver algo así a unas horas de la entrada, cuando son miles de hectáreas de selva, donde la gente hace trekkings de días y no ves nada de grandes mamíferos. Pues eso, una suerte y una bonita historia para contar

P.D: Edito para meter una parte que a mi me hacía mucha gracia, la versión del leopardo

Estoy tumbado tan tranquilo en mi árbol, después de cazar, durmiendo la siesta en tranquilidad, con la selva sin ruidos y sin gente molesta.

De pronto se oyen gritos y risas, (y una voz sexy de chico), se acercan, viene directos a mi árbol...me bajo y me piro.

Me oyen, se quedan quietos y me miran. Todos nos quedamos quietos. La chica se agacha, me mira más de cerca, por un lado por otro...me empieza a poner nervioso, ¿qué hace la chalada esta?

El tío mientras tan contento mirando también, a grito pelado. ¿Son retrasados?

¿Que la chica se acerca a mí? Grrrrrrr, pero que haces loca! Que sale a correr para mi! Grrrrrr!!!!

Pobre Leopardo, dos toláis le jodieron la siesta