Firme defensor de la música como medio de expresión cultural, gran admirador del flamenco y de las músicas tradicionales de España, así como ávido estudiante de la composición musical, Richard Bona deja en Madrid un punto de referencia sobre las capacidades de evolución que tiene el flamenco. Siempre dispuesto a fomentar la convivencia intercultural mediante la música, a utilizarla como un lenguaje de contacto, encuentro e intercambio. Un defensor del gusto por las artes sonoras.