En ocasiones, las visitas a las farmacias se convierten en un bombardeo de productos inútiles y pseudocientíficos, también conocidos como farma-mierdas...

Con dos cojones. Así reza el cartelito de la imagen de arriba: “Orgonita, depurador de energía electromagnética producidas por ordenadores, teléfonos móviles, electrodomésticos, etc.”

Casi todo el mundo está de acuerdo en que la escuela tiene que cambiar. En el siglo XXI ya no nos vale aquello de aprender la lista de los reyes godos y afortunadamente también podemos darle carpetazo a la “formación político-social para niños” y a la “higiene para niñas”. Queremos algo mejor para las generaciones que nos sigan. Pero ahí es donde termina el acuerdo desapareciendo el consenso. O peor aún, el vacío que deja la educación tradicional se llena con todo tipo de pseudociencia, como el movimiento educativo liderado por Glenn Doman.

El Blue Monday es una fórmula inventada por una agencia de comunicación para vender viajes. Con el tiempo, se ha difundido por internet como algo avalado por estudios cientificos.

Es conocido el uso de partes de animales (como los cuernos de elefantes o rinocerontes) para confeccionar estas pretendidas medicinas por “hechiceros” (y no tan hechiceros) en distintas zonas del mundo. Sin embargo, menos conocido es el fanatismo al que llega alguna de estas creencias, capaz de realizar amputaciones también en humanos…

Entrevista con Simon Singh, uno de los periodistas científicos más importantes del momento, sobre divulgación y ciencia.

Con la reforma de la educación en Australia, los contribuyentes acabarán financiando la enseñanza de pseudociencias en la Universidad.

Recurrentemente, Mariló Montero es objeto de mofa y burla en las redes sociales por alguno de sus sonoros patinazos. Pero realmente a nosotros lo que nos indigna el algo que tiene, por desgracia, mucha menos repercusión: defiende prácticas pseudocientíficas en el ámbito de la salud. Basta ya. El blog Qué Mal Puede Hacer de nuestro socio y juntero Isidoro Martínez está promoviendo la firma de una carta de queja al Defensor del Espectador de TVE, motivada por las terapias acientíficas que se promueven en La Mañana de la 1.

Hay una serie de productos en el mercado que se venden como "medicinas" alternativas a la medicina convencional. Estas sustancias se suelen consumir al mismo tiempo que los medicamentos científicamente validados. Como se les supone ningún efecto secundario, el "daño no hará", y el "por si acaso" llevan a su compra y consumo, en principio con consecuencias solo para nuestros bolsillos. Un estudio reciente muestra que hay un coste adicional: Consumir "medicina" alternativa ineficaz nos puede llevar a pensar a que la medicina efectiva lo es menos.

Como lo oyes, Mari Pili. Sabido es que las (y los) grandes artistas de Hollywood son gente propensa a las rarezas, lo que desgraciadamente incluye en demasiadas ocasiones hacer apología de cualquier pseudociencia, incluido ese cajón de sastre lleno de memeces que se agrupa bajo el pomposo nombre de terapias alternativas. Pues bien, según veo en este titular del Mirror, "Gwyneth Paltrow se trata la vagina con vapor. La estrella se somete regularmente a estos tratamientos para proporcionar a sus partes íntimas una liberación energética".

No se trata de que las pseudociencias nos obliguen a investigar si lo que nos venden en la farmacia es en realidad un tratamiento efectivo o un engaño, como ya expliqué en Ayer fui a la farmacia y me quisieron vender flores de Bach, sino que las personas que ejercen su libertad para medicarse con cosas que no son medicamentos tienen más problemas de salud (y además fastidian a los demás con sus problemas de salud, como ocurre con los rebrotes de sarampión a causa de los movimientos antivacunas)...

Investigadores de las universidades de Deusto y Nueva Gales del Sur (Australia) aseguran que confiar en tratamientos basados en pseudociencias puede ser...

Este concepto, aparentemente descabellado, surgió hace tiempo y adquirió renombre en la cultura popular a través de medios como el cine o la literatura. Su historia nos servirá de lente a partir de la cual podremos observar lo que ocurre cuando trata de utilizarse la ciencia para explicar fenómenos irracionales extraídos de las creencias.

La presencia de terapias alternativas y de reclamos poco rigurosos provoca una queja de 17 colectivos y medio millar de firmas contra La Mañana de La 1 y RTVE. Una campaña organizada con la ayuda de las redes sociales para demandar a RTVE explicaciones sobre estos mensajes carentes de rigor científico que se incluyen en el espacio, que ven alrededor de 300.000 personas cada mañana. El detonante, un programa en el que Montero decía que "el aroma de limón puede prevenir el cáncer".

Dietas sin fundamento, homeopatía, biorresonancia, quimifobia o la promoción de complementos nutricionales sin aval científico son algunos de los frentes contra los que a día de hoy luchan los científicos. Denuncian que carecen de evidencia científica y que pueden llevar a que los pacientes abandonen los tratamientos indicados por profesionales sanitario o relajen la adherencia a los mismos. Por ello, el hecho de que la televisión pública promocione estas pseudociencias les ha llevado a movilizarse.

"Si bien es verdad que ciertas ideas “magufas” son difíciles de tratar porque rayan lo irracional, siempre me ha quedado la duda de cómo se defienden estas ideas cuando se las analizan críticamente. Para poder explicarlo mejor necesito que los defensores de esas ideas contesten cuestiones que para mi son paradójicas. Es posible que la paradoja la contemple desde el desconocimiento, y es por ello que deseo dejar aquí esas dudas por si alguien quiere iluminarme".

Hay dos maneras de enfocar el asunto que vengo a tratar hoy. Una, la comprensiva. Ignoro si Stephanie Seneff, investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), tiene cerca a alguien querido que sufra de una enfermedad incurable de origen desconocido. Es probable que sí, dado que la mayoría tenemos algún caso próximo a nosotros: alzhéimer, autismo, párkinson o esclerosis múltiple, por citar ejemplos, son terribles trastornos cuyas causas aún son oscuras, pero que siempre vienen a cercenar drásticamente la idea que ...

Si os digo que poseo un pene mágico que, al lamerlo, es capaz de curar el estrés, os reiréis de mí, me denunciaréis y acabaré (merecidamente) en la cárcel. En cambio, si os digo que, gracias a una moderna ingeniería médica llamada dianética, es posible detectar y curar una enfermedad mental, la cosa cambia, ¿verdad? Bien, pues esto último es cienciología, y es lo que usaba Charles Manson para abusar sexualmente de las fanáticas de su secta. Esto último, en definitiva, es pseudociencia.

Pero... ¿qué es la homeopatía? Esa es la primera pregunta que nos debemos hacer, y que por desgracia casi nadie se hace. La gente cree que los productos homeopáticos son algún tipo de curas naturales, remedios sacados de plantas o incluso que son medicamentos. Nada más lejos de la realidad.

Un reciente estudio parece indicar que los pacientes que creen en terapias pseudocientíficas, sin validez contrastada empíricamente, son reacios a aceptar el funcionamiento de fármacos que sí curan. ¿Tanto afectan las creencias e ilusiones mentales a nuestra capacidad de curación? Sin considerar posicionamientos de partida, el estudio merece que vayamos un poco más allá.

¿Quieren saber cuando se descubrirá la cura del cáncer? Nunca. ¿Porqué? El cáncer no tendrá cura nunca ya que no es una enfermedad. Pero no amigos, no paren las rotativas y empiecen a preparar portadas sensacionalistas que tanto odio. El cáncer como enfermedad no existe. Al igual que no existe “sentimiento” como estado de ánimo. Se está cayendo en el uso y abuso de creer que el cáncer es una única enfermedad que denominamos según el origen de la misma.

Vicente Baos, médico de familia y bloguero, es crítico con la homeopatía y considera que el rechazo absoluto a la química es "absurdo" y que hay una búsqueda...