El Dr. Sam Parnia, director de cuidados intensivos de este centro, asegura que las personas “saben de inmediato que han muerto”, dado que su conciencia sigue funcionando después de que el cuerpo ha dejado de emitir señales de vida. Una conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores dirigido por el propio Parnia, tras analizar a un grupo de pacientes que sufrieron un paro cardiaco y que, técnicamente, murieron, pero fueron reanimados con éxito poco después.