Lamentablemente, se siguen repitiendo casos de maltrato animal en España y en el mundo. Cuando somos testigos de estos actos ¿atroces?, en el que un animal es cruelmente vejado y muchas veces asesinado, nos preguntamos qué pasa por la cabeza de estas personas para que sean capaces de descargar su ira contra un ser tan indefenso como un perro, un gato o un caballo. Podríamos pensar que se trata solo de un descontrol momentáneo, de un arrebato de impulsividad. Y puede que en algunos casos sea así. Sin embargo, de acuerdo a los estudios...