Estos días, dos versiones, casi idénticas, de San Francisco meditando, de Caravaggio, dividen a los estudiosos. Aunque tal vez, por fin, se pueda salir de dudas. De momento, y de forma excepcional, es posible contemplarlas juntas hasta el 6 de abril en el Museo de Arte de Muscarelle en Williamsburg (Virginia, Estados Unidos).

Sentado en una mesa enfrente de un ordenador, un hombre mira fijamente una pantalla en blanco. En cuestión de segundos, en la pantalla surge una línea. Centésimas más tarde aparece una segunda línea. Y una tercera. Y una cuarta. Y una quinta… Hasta que un rostro va tomando forma en el monitor.

El equipo de Adobe ha anunciado un innovador y pionero proyecto en su clase, Hidden Treasures of Creativity (Tesoros escondidos de la creatividad), que recrea digitalmente los centenarios pinceles de Edvard Munch para inspirar a una nueva generación de grandes pintores.

El Sumi-e (sumie o suiboku) es una técnica de pintura ancestral con origen en China. El origen del Sumi-e se relaciona con la dinastía Tang y los monjes budistas, quienes la llevaron a Japón. Allí, fue rebautizada por los japoneses por Sumi-e. Sumi, que significa tinta, y, pintura.

Jean-Claude Golvin. Pocas veces el autor concede una entrevista para un medio en castellano.

La artista Rebecca Szeto, que reside en San Francisco, Estados Unidos, transforma viejos pinceles en impresionantes retratos. Ella talla las puntas de sus pinceles usados en refinadas damas renacentistas pintadas, y las coloridas cerdas de los pinceles usados se convierten en las elegantes fibras de sus vestidos.