Los organismos como los cactus y los coleópteros del desierto pueden sobrevivir en entornos áridos porque han desarrollado mecanismos para recoger agua del propio aire. El escarabajo del desierto de Namibia, por ejemplo, captura gotas de agua sobre los bultos de su caparazón, mientras que las espinas en forma de V de los cactus guían las gotas hasta el cuerpo de la planta. A medida que el planeta se hace cada vez más árido, los científicos están buscando en la naturaleza formas más efectivas de extraer agua del aire.