Antes de que Dawn orbitase Ceres todos los modelos predecían un mundo con una corteza rica en hielo de agua, pero no ha sido así. Aunque sabemos que debido a su baja densidad media (2,16 gramos por centímetro cúbico) Ceres contiene mucha agua en su interior, lo cierto es que su corteza externa es relativamente seca. De hecho, una de las mayores dificultades de la misión ha sido identificar la presencia de hielo de agua en la superficie del planeta enano, algo que hasta ahora solo se había podido confirmar puntualmente en algunas zonas.