En la Familia Real no se explican qué ha podido ir mal, “sobre todo cuando han ido tantas veces a cenar con Sabina, todos han buscado matrimonios morganáticos e incluso el entonces príncipe Felipe, en vez de casarse con una princesa sueca, que hubiera sido lo suyo, se desposó con una republicana agnóstica sindicalista de izquierdas divorciada y la convirtió en Reina de España, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Portugal, de las Indias Orientales y Occidentales, de las Islas y Tierra Firme del Mar Oceáno y de un largo etcétera.