Cada ser vivo tiene su ADN único. Este determina lo que nos diferencia del resto. La técnica CRISPR puede corregir posibles defectos, nos brinda la capacidad de identificar y modificar cualquier pieza de ADN en cualquier tipo de célula u organismo. Las repercusiones sociales, éticas y científicas de los avances en ingeniería genética son, a día de hoy, incalculables.