En una época en la que el gobierno soviético prohibía estrictamente la música occidental a artistas como Elvis y el gran jazz de Charlie Parker, la gente encontró una forma creativa de eludir la restricción. Convirtieron radiografías de cajas torácicas, dedos y otras partes del cuerpo en registros (sí, grabaciones de audio reales) que intercambiaban a escondidas. En este documental X-Ray Audio nos cuentan sobre el ingenioso plan para crear y distribuir las grabaciones de audio piratas.