"Si una persona tomara durante 21 días el azúcar que se mete Pogacar en un Tour acabaría en la UCI o muerto"

Si hay un aspecto que ha supuesto un decisivo paso adelante para mejorar el rendimiento de los ciclistas profesionales es la evolución de la nutrición deportiva. Los ciclistas cada vez comen más y mejores productos que finalmente convierten en la energía necesaria para poder competir.  

 

 

 

En el Tour de Francia, con tres semanas de intensos esfuerzos, el aspecto nutricional es básico. Un ciclista profesional  consumirá 142.045 calorías en los 21 días y 3351 kms de esta edición del Tour. Y uno de los productos que harán que triunfe o fracase es el azúcar.  

 

 

Iñigo San Millán, director de rendimiento del equipo Emirates que lidera Tadej Pogacar, ha compartido en Twitter un aspecto sorprendente sobre el consumo de algo que todos ven muy dañino para el organismo como es el azúcar y que este investigador deportivo desmiente por completo: "¿Sabías que la ingesta diaria de azúcar simple durante el Tour de Francia de un ciclista como tadej Pogacar es de 1500 a 2500 kcal? ¿Te imaginas tener 2000 kcal de azúcar como única “comida” durante 21 días? La mayoría de los humanos serían hospitalizados y en la UCI algunos morirían. Solo es posible hacerlo con una gran flexibilidad metabólica". 

 

 

 

 

Algunos seguidores de la cuenta de Twitter del entrenador de Pogacar se ha sorprendido con esta información y le han llegado a señalar que esta increíble ingesta de azúcar es "una barbaridad". "Es alucinante pero es como si se tomara un kilo de azúcar blanca de la que echas en el café por ejemplo", les contesta Iñigo San Millán.   

 

 

La respuesta para que un ciclista profesional aguante esta brutal ingesta de azúcar durante tres semanas está en la flexibilidad metabólica, algo que se trabaja durante todo el año y que los deportistas de resistencia de elite tiene  muy desarrollado.  

 

 

¿Qué es la flexibilidad metabólica?

 

 

El cuerpo humano utiliza principalmente dos fuentes de energía, la glucosa y la grasa. La glucosa se encuentra en el torrente sanguíneo y almacenada en forma de glucógeno en los músculos y en el hígado, y la grasa en el tejido adiposo y en los ácidos grasos. 

 

 

La flexibilidad metabólica es la capacidad del organismo para optimizar el consumo de cada sustrato energético en función de la intensidad del ejercicio físico. 

 

 

A menor intensidad se consume más grasa, y a mayor intensidad más glucosa. Si la intensidad se mantiene se agotarán las reservas de glucógeno y aparecerá la fatiga muscular. Mientras más tarde este momento en llegar, mayor será la flexibilidad metabólica.  El cuerpo humano almacena unas 2.000 calorías en las reservas de glucógeno y más de 100.000 calorías en las de grasa. 

 

 

Desde el punto de vista evolutivo tiene bastante sentido. Nuestros ancestros caminaban durante horas buscando comida (baja intensidad) y puntualmente corrían para cazar una presa o huir de un peligro (alta intensidad). 

 

 

El problema actual es que tenemos muy poca flexibilidad metabólica, priorizamos en todo momento el consumo de glucosa frente al de grasa, aún cuando el ejercicio físico es de baja intensidad. 

 

 

El estilo de vida sedentario y la pirámide nutricional impuesta durante años en la que los cereales han tenido un papel fundamental, nos ha convertido en auténticas máquinas de quemar glucosa. 

 

 

Por ello, si quieres recuperar la flexibilidad de tu metabolismo te recomendamos que adoptes un estilo de vida saludable, te muevas y camines más, y priorices la comida real en lugar de productos procesados.