La ciudad de Málaga (568.479 habitantes) sigue empeñada en convertirse en un insólito e inesperado escaparate del arte. Es uno de los principales propósitos del alcalde, Francisco de la Torre, del PP, con aciertos y tropiezos en este ámbito, pero capaz de atraer dos importantes marcas museísticas de Europa en apenas seis meses.Se sumarán, una vez en marcha, a los museos Carmen Thyssen y Picasso Málaga (en este caso puesto en pie por la Junta de Andalucía) y al Centro de Arte Contemporáneo (CAC), muy reconocido por los artistas que ha cobijado.