Intel sigue pidiendo más a Alemania: 12.000 millones y beneficios fiscales o no hay FAB

Como preveíamos y avisamos hace más de un mes, el tiempo pasa y las exigencias de Intel no paran de incrementarse. TSMC dijo un rotundo no a Europa, quizás a partir de 2025 y ahora resulta que Intel parece hacer una jugada similar esperando que la UE y Alemania "paguen hasta un 40% de la SuperFAB" que quieren crear en suelo teutón. Pero no habría novedad alguna si no fuese porque la cifra no para de subir, y además, Intel está abierta a beneficios fiscales...

Intel sigue buscando petróleo en el desierto y está tensando la cuerda, la cual parece a punto de romperse. No solo busca el beneplácito del dinero europeo, sino que ahora, además, quiere beneficios fiscales a cambio de lo mismo que ofrecía en su momento y de algo más de prioridad a nuestro continente. ¿Qué está exigiendo ahora el gigante azul?

La FAB, el complejo industrial y la inversión por toda Europa en juego con Intel y Alemania

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Esto ya no va solamente de la SuperFAB en Magdeburg, esto va de toda la inversión que va a realizar Intel en Francia, Italia, España y por supuesto, Alemania. El acuerdo se torció después de llegar al consenso de que Intel tendría nada menos que 6.800 millones de euros de la Ley CHIPS de la UE, pero no solamente se ha torcido dicho acuerdo, es que está a punto de romperse si nadie lo remedia.

Según los de Pat Gelsinger, las interrupciones de la economía global han resultado en un aumento de los costes generales, y debido a ello, se requiere renegociar al alza para paliar estos. Pero no solo los presentes, sino los futuros dada la inflación, los precios del agua y la energía, así como los sueldos. Igualmente, Intel afirma que aprecia "el diálogo constructivo con el gobierno federal para abordar la brecha de costos que existe con la construcción en otros lugares"

Intel mira a futuro porque piensa invertir nada menos que 88.000 millones en toda Europa, sin olvidarse de lo creado en Irlanda. Lo mejor de todo es que la inversión por parte de Intel, al menos la inicial, no sube, sino que está bajando, lo que añade presión al conjunto de la UE.

De 33.000 millones a 30.000 millones para Europa

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Intel está bajando la apuesta y al mismo tiempo está pidiendo más dinero y más beneficios fiscales. Los datos son muy curiosos de analizar, porque de 33 mil millones de inicio para el conjunto europeo se ha reducido a 30 mil, de los cuales 17 mil millones son para Alemania.

El problema, si es que no es todo un problema en sí mismo, es que la empresa quiere que el proyecto alemán se financie en al menos un 40% (12.000 millones vs 10.000 millones de hace un mes), pero además, no está cerrada a fuentes de ayuda gubernamental, como exenciones fiscales, subsidios en la energía y el agua, y otras no confirmadas.

Es decir, porcentualmente hablando Intel está tirando de la manta para quedarse con la mayoría de ella y reducir su presión fiscal para este 2023 a base de más dinero público por parte de Europa. Las ventajas que ofrece a cambio no suenan realmente bien.

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A parte de una mayor prioridad al espacio económico europeo en chips, añade el hecho de que se desarrollarán nodos más punteros en nuestro suelo, cosa que a la industria del automóvil no le interesa demasiado porque se basan en nodos maduros, fiables, rápidos y sobre todo baratos si los comparamos con los que usan AMD, NVIDIA, Apple o Qualcomm, por ejemplo.

Y es que ahí está también el kit de la cuestión, nodos que no nos interesan con la excusa de desarrollar una industria de diseño de chips europea, que ni está proyectada, ni parece que lo estará. ¿Cómo terminará esto? Lo veremos más adelante, pero lo que es seguro es que las posturas no se están acercando, al menos de momento.