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La Fiscalía de Madrid denuncia a una clínica por cortes en el frenillo de bebés: "A mi hijo lo tuvieron que reanimar dos veces"
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'boom' de esta práctica en españa

La Fiscalía de Madrid denuncia a una clínica por cortes en el frenillo de bebés: "A mi hijo lo tuvieron que reanimar dos veces"

Los cirujanos se oponen a que las matronas sean las que realicen las frenectomías y alertan de los peligros que hay detrás de esta práctica

Foto: Raisa Falcão, una de las víctimas afectadas, y sus dos bebés. (Cedida)
Raisa Falcão, una de las víctimas afectadas, y sus dos bebés. (Cedida)

La Fiscalía de Madrid ha denunciado a una clínica de Pozuelo de Alarcón (Madrid) por realizar frenectomías, o cortes de frenillo lingual, a bebés que acabaron en urgencias. El Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº3 de Pozuelo de Alarcón ya ha abierto diligencias previas y se encuentra investigando el caso. El pasado viernes 10 de mayo los testigos fueron citados para prestar declaración. En la carta de citación, a la que ha podido acceder El Confidencial, se especifica que son tres las personas llamadas a declarar en calidad de perjudicadas por las intervenciones del mismo centro.

Raisa Falcão es una de las víctimas. Ella y su marido acudieron con sus dos bebés de 33 días a la clínica Baby Suite by Pau a realizarle una frenectomía a sus hijos. Esta técnica se ha puesto de moda en España porque promete acabar con los problemas de una mala posición en la lactancia. Raisa confiesa a este periódico que estaba "cegada por dar el pecho”, pero tenía algunos problemas y su asesora de lactancia le recomendó que acudiera a una clínica a revisar si sus frenillos estaban bien. Esta madre escogió el centro de la matrona Paula Camarós porque la conocía de las redes sociales, en Instagram cuenta con 229.000 seguidores.

Según relata, los hechos ocurrieron en julio de 2023: “En la consulta me asustaron con el tema del desarrollo de los niños, me dijeron que no iban a comer y que tendrían problemas si no les realizábamos la intervención”. La frenoctomía se la hicieron solo a Rafa, uno de sus bebés.

Raisa cuenta que, mientras la matrona preparaba el material, llamó a la recepcionista para que sujetara la cabeza de Rafa mientras ella le realizaba la incisión. Acto seguido, el bebé comenzó a sangrar. En todo momento, la profesional indicaba a los padres que eso era “normal” y que se pusiera al niño en el pecho. Pero la sangre no cesaba.

placeholder Raisa posa junto a sus bebés. (Cedida)
Raisa posa junto a sus bebés. (Cedida)

En ese momento, y después de que el personal del centro intentara contener la hemorragia sin éxito, Raisa y su pareja, Javi, tomaron la decisión de acudir al hospital más cercano, el Puerta de Hierro de Majadahonda. No iban solos, también iba la matrona. Una vez en urgencias y unas cinco horas después de llegar, trasladaron al pequeño Rafa al Hospital de La Paz, donde estuvo varios días ingresado porque había perdido mucha sangre: “A mi hijo lo tuvieron que reanimar dos veces. Se estaba muriendo”.

Amenazas que no cesan

“A los dos días de ingreso recibí la llamada de la dueña del centro, Paula. Le restó importancia a la situación, me dijo que había tenido acceso al historial de mi hijo y que los médicos nos estaban asustando de más, como en forma de ‘castigo’ por haberle realizado la frenectomía”, confiesa Raisa. Pero las llamadas no terminaron ahí, unos días después recibió otra llamada, esta vez era el abogado de la clínica: “Nos recomendó que nos calláramos para velar por la imagen de nuestro bebé y su privacidad. A día de hoy siguen amenazándonos diciendo que el tema está en manos de la Justicia y que puedo salir malparada. Yo soy una testigo y tengo derecho a contar mi historia”. Por este motivo, Raisa contó esta semana su experiencia a través de un vídeo en su canal de Youtube.

En Navidad les llegó una carta de citación para declarar por el caso. Ellos no denunciaron “por miedo a represalias”: “Es una mujer con poder y muchos seguidores. Recibir esa llamada del abogado me asustó”. La Fiscalía de Madrid ha confirmado a El Confidencial que presentaron una denuncia por tres casos de bebés intervenidos en la misma clínica.

Una historia parecida vivió L.C, que prefiere no desvelar su identidad. Su hija fue otra de las afectadas tras la realización de una frenectomía en el mismo centro. Se acuerda a la perfección de la fecha, el 31 de mayo de 2023. Su niña tenía tres meses en el momento de los hechos y no cogía bien el biberón porque “tragaba aire”. Su asesora de lactancia también le recomendó revisar su frenillo, acudió al centro de Paula Camarós, donde le había hecho a su hija los pendientes cuando nació, porque "tenía buenas reseñas". “Viendo los casos de éxito que mostraba en redes sociales, nos animamos a llevarla. Al llegar, la matrona que le intervino nos aseguró que tan solo un 1% de los casos terminaban con puntos de sutura”, relata L.C.

El procedimiento fue idéntico y, según cuenta L.C., la recepcionista también fue la encargada de sujetar la cabeza de su niña mientras la matrona intervenía: “La niña empezó a llorar y a sangrar. El coágulo no se cortaba ni con el biberón ni con un líquido coagulante. Inmediatamente, la matrona nos dijo que fuéramos a urgencias, cogimos el coche y nos plantamos en La Paz”. Tuvieron que meter a la bebé en el quirófano después de haber tomado un biberón: “Se iba a desangrar, me dijo el anestesista que mi hija tenía probabilidades de morir por broncoaspiración al no haber pasado 8 horas de la ingesta de la leche. Nos dieron el alta un par de días después. No denunciamos porque pensábamos que era mala suerte y que la niña era ese 1% que nos comentó la matrona del centro”.

Foto: Ilustración: El Herrero.

Por su parte, Ricardo Ibáñez, abogado de la clínica, ha asegurado a El Confidencial que no van a hacer declaraciones “hasta que el procedimiento judicial no termine”: “Espero que sea dentro de pocos meses y con archivo. Entonces haremos una manifestación. Entiendo que esto es un conflicto competencial entre enfermeros y médicos. Entiendo que tenéis derecho a informar y la gente a criticar y decir lo que estime oportuno. Es doloroso lo que ha pasado a los padres, pero no voy a decir nada más porque mientras el asunto esté abierto, hablar es inoportuno”.

Consultas a 250 euros

Baby Suite, que nació en 2017, se define como “un centro para la maternidad con un objetivo muy claro: acompañar a las familias en los procesos de búsqueda de embarazo, parto, postparto y primeros momentos de la crianza de nuestros pequeños, mediante un trato personalizado centrado en la persona, que os permita llegar a ser los verdaderos protagonistas”. En su página web especifican todos los profesionales y servicios que ofertan: “Matronas, Pediatras, Físios uroginecológicas, Psicóloga, Consultoras de lactancia, puesta de pendientes, fitness y pilates, clases de preparación al parto, primeros auxilios y mucho más”.

Además, cuentan con un apartado de “anquiloglosia” en el que comentan “los beneficios” de la frenectomía: “Aumenta y mejora la movilidad de la lengua, evitando ampliamente la aparición de problemas relacionados con la anquiloglosia, y disminuyendo los episodios de rinitis, otitis, amigdalitis”, entre otros. Los precios, que también se pueden ver en la página, van desde los 70 euros de la “primera consulta de valoración” hasta los 250 euros de “tratamiento, consulta de lactancia, revisión postcirugía y seguimiento”.

La técnica promete acabar con los problemas de una mala posición en la lactancia, pero los médicos advierten de los peligros que hay detrás

En los últimos años, cada vez son más los padres que acuden a consultas privadas a realizarle frenectomías a sus bebés, pero los médicos advierten de los peligros que hay detrás. “En los países de primer mundo ricos hay un verdadero frenesí del corte de frenillo que no tiene ningún sentido. No ha cambiado la raza humana como para que sea necesario hacerlo a todos los recién nacidos. Hay intereses económicos detrás y falta de criterio”, así lo define Alberto Pérez, vicepresidente de la Sociedad Española de Cirugía Pediátrica (Secipe).

Preguntado por cuándo sería necesaria una frenectomía, el vicepresidente de la Secipe explica que el primer paso sería “explorar” la lengua del recién nacido: “Si hay un frenillo sublingual que impide que mueva la lengua con normalidad, sí estaría indicado, pero de ese signo a recomendar la sección del frenillo a cualquier bebé con problemas de lactancia hay un mundo. Lo que no puede ser es abusar de la inseguridad y la buena fe de las madres para cortar frenillos indiscriminadamente, no solo por el riesgo de complicaciones, que las hay, si no porque desde el punto de vista médico prima, ante todo, el no hacer daño. No se puede recomendar intervenciones quirúrgicas a pacientes que no las necesitan”.

También cuenta el cirujano pediátrico que él mismo ha visto un aumento del de consultas de padres que quieren evaluar el corte de frenillo de sus hijos: “En los últimos tres años han aumentado un 50% las visitas por este motivo y solo han aumentado un 15% los cortes de frenillo que hacemos, es decir, que hay una desproporción entre la demanda y lo que realmente necesitan los niños. Esto se ha ido de madre”. Asimismo, cuenta que las redes sociales son una fuente por la que los padres se enteran de la existencia de las frenectomías: “Sin ir más lejos, esta semana venía una madre a consulta con dos lactantes de 8 meses. Su pediatra en Atención Primaria le había dicho que la lengua era normal, el otorrino infantil también consideraba que era normal y en la revisión que tiene con mi compañera le dice que no tiene ni idea de frenillos. La falta de sentido común que vemos con este asunto me atrevo a calificarla de histeria colectiva”.

Presión por la lactancia materna

Otro de los aspectos que recalca el doctor es la presión por parte de colectivos a favor de la lactancia materna: “Si no le das el pecho a tu hijo estos grupos piensan que eres una mala madre y que vas a condenar a tu hijo a una discapacidad el resto de su vida. Lo de cortar el frenillo cada vez que hay un problema de lactancia es una absoluta barbaridad y parece que nadie piensa en el niño. En niños a partir de los seis años, el frenillo es uno de los problemas que pueden aparecer, pero hay muchos más aspectos de la anatomía de la boca, paladar, mandíbula inferior o movilidad de la lengua que hay que valorar”.

Igualmente, explica que en la Sanidad Pública los criterios y protocolos para realizar frenectomías son “muy estrictos”: “Tenemos un calendario quirúrgico que define cuáles son las edades en las que hay que valorar estos casos y si consideramos que no hay que cortar el frenillo, por mucha presión que nos hagan los padres, no se corta. Muchos vienen rebotados de entidades privadas que les derivan a la Sanidad Pública con el mensaje de: ‘presione a los cirujanos para que le hagan la frenectomía porque si no esto va a ser un desastre y su hijo nunca va a ser normal’. Los pobres padres y madres vienen desaforados exigiendo que le cortemos el frenillo”.

Para finalizar, comenta los peligros que existen: “La base de la lengua es un territorio anatómico que tiene una vascularización muy importante, tenemos vasos arteriales, venosos y nervios y se puede lesionar cualquiera de estas estructuras y dar lugar a secuelas importantes. Las complicaciones son inherentes a cualquier cirugía, pero lo que no es admisible es someter a un paciente a complicaciones por una intervención que no está indicada”.

No deben practicarlo las matronas

El presidente de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial, José Luis Cebrián, comparte la opinión con Pérez: “Han proliferado los centros en los que cortan el frenillo a los niños y no todos los frenillos hay que tratarlos”. “A todo el tema de la lactancia se han montado fisios, psicólogos, asesores… Hay mucho negocio alrededor y el auge de las frenectomías es a nivel mundial”, comenta Elena Gómez, cirujana oral y maxilofacial en el Hospital de La Paz.

Ambos profesionales tienen claro el mensaje que le quieren transmitir a los padres: “Que vayan al neonatólogo, que explore al niño y vea cuál es el problema de lactancia. Que lo hagan en un centro adecuado en el cual se puedan tratar las posibles complicaciones”. En cuanto a la lactancia, Cebrián recalca que “es complicada”: “Yo como padre lo he vivido. Lo queremos todo de forma inmediata y la lactancia lleva un tiempo, parece que los bebés tienen que mamar bien desde el primer segundo”.

Respecto a que las frenoctomías las practiquen las matronas, la doctora Gómez comenta que debe ser un cirujano maxilofacial o pediátrico el encargado de hacerla: “Somos los que estamos preparados, en algunos casos hay que poner anestesia”. Cebrián comparte la opinión con su compañera: “Las matronas hacen asesorías de lactancia, pero el procedimiento de cortar el frenillo no deberían hacerlo porque no tienen la formación adecuada ni conocen la anatomía de la zona. Cada uno debe hacer lo que sabe”.

La Fiscalía de Madrid ha denunciado a una clínica de Pozuelo de Alarcón (Madrid) por realizar frenectomías, o cortes de frenillo lingual, a bebés que acabaron en urgencias. El Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº3 de Pozuelo de Alarcón ya ha abierto diligencias previas y se encuentra investigando el caso. El pasado viernes 10 de mayo los testigos fueron citados para prestar declaración. En la carta de citación, a la que ha podido acceder El Confidencial, se especifica que son tres las personas llamadas a declarar en calidad de perjudicadas por las intervenciones del mismo centro.

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