El cerco de Pedrerol

PANTALLA PLANAS

El cerco de Pedrerol
Mònica Planas Periodista

Pedrerol lleva dos días estrechando el cerco para adivinar cuál de los veintiséis jugadores seleccionados por Luis Enrique es el que el técnico señaló como único error en la elección. Sin duda, se equivocó al hacer esta declaración a Ibai Llanos. Porque señalando a uno ha puesto a muchos en duda. Pedrerol olió la sangre y ha corrido a devorar los restos. El miércoles por la noche insistió en colocar las fotos de siete jugadores como si fueran naipes gigantes. Invitó a Javi Peña en convertirse en una especie de tarotista que, con las cartas hacia abajo, debía ir dándoles la vuelta para descubrir a los que estaban bajo sospecha e ir descartando. “En El Chiringuito se estrecha el círculo”, aseguraba el presentador presumiendo de exclusiva en los rótulos de la pantalla.

Dos días antes estaba acusando a Luis Enrique de tirar la piedra y esconder la mano. Pero el espectáculo y la soga en el cuello de los jugadores lo está garantizando él. “¡Carvajal!” anunciaban con efectos sonoros de truenos amenazantes. “¡No es!” corregían después de hacer un poco de debate sobre si merecía o no la condena. “¡Koke!” leían poniendo la carta boca arriba. “¡No es!” aseguraban después. “¡Eric Garcia!” comunicaban entre más truenos. Y a este sí. Lo dejaban como presunto señalado por el técnico. “¡Yeremi Pino!” continuaban para indultarle minutos más tarde. “¡Guillamón!” añadían. Y lo dejaban en la lista de señalados. Amnistiaron a Ansu Fati para, segundos después, apuntar contra Pau Torres. Dejaron los rostros de los tres supuestos señalados casi como carteles de delincuentes perseguidos por la justicia. Y prometieron, la noche siguiente, seguir estrechando el cerco hasta descubrir el jugador repudiado por Luis Enrique. 

El jueves al mediodía, en Jugones, Pedrerol recuperaba la escena para los espectadores diurnos y, quizá al ver de nuevo la toxicidad de su experimento, al volver a plató dijo a la audiencia: “Lo que ha provocado Luis Enrique, eh…”. Difícil ser testigos de un acto de cinismo como este. Es el ‘mira lo que me has hecho hacer’, el ‘yo no quería, pero ha sido culpa tuya’. Atribuir la propia mala leche y el sensacionalismo informativo a un técnico para sacarte de encima la responsabilidad profesional de lo que has hecho en directo en televisión.

La polarización del Mundial

El relato que está haciendo El Chiringuito del Mundial está basado en la polarización constante. La clasificación de Argentina tuvo regusto a funeral porque encumbraba a Messi. Ahora, la narrativa se basa en ¿Messi o Mbappé? El éxito de Griezmann también escuece. Porque, de lo que se trata siempre, no es de hablar de fútbol sino de construir la confrontación Madrid-Barça alrededor de cualquier circunstancia. Siempre la inquina y la visceralidad por encima de la razón y los argumentos.

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