Según fuentes municipales, el Consistorio negoció con Extremoduro en abril el espectáculo, con un escenario que cumplía los requisitos que el grupo exigía, tratando que sus requerimientos fueran compatibles con los que necesitaban Víctor Manuel, Dani Martín y el Faan Fest que traerá a Bad Religion entre otros. Aceptadas las condiciones, los técnicos redactaron los contratos para carpa, escenario, sonido y luces, y firmaron con Extremoduro. Pero en agosto la banda quería hacer algunos cambios que el Ayuntamiento «no podía asumir».