El intelectual comunista Karl Marx compartía con frecuencia cartas cuando era joven. Estaba estudiando Derecho en Berlín y viviendo una etapa de excesos que tuvo que justificar ante su padre por escrito. No fue el único que tuvo una curiosa e importante relación epistolar con su padre que marcaría su vida. Otro de los padres más famosos de la historia fue el del escritor checo Franz Kafka y precisamente es conocido por una carta que escribió su hijo que terminaría convertida en uno de sus libros más famosos: “Carta al padre”.

Un juez de Michigan dictaminó que un hombre de 42 años puede pedir una compensación a sus padres por destruir su colección de pornografía. David Werking, que vivía con sus padres tras un divorcio, los demandó por los artículos, que según él valían más de $ 25,000 . Sus padres argumentaron que le dijeron al Sr. Werking que no llevara los artículos a casa. El juez dijo que, incluso como propietarios, los padres del Sr. Werking no tenían derecho a deshacerse de los artículos en propiedad de su hijo.

«¿Los padres pueden sustituir puntualmente al móvil o a la tableta? , sí, en pequeñas dosis no es tan malo, pero exceso tiene consecuencias», afirma la psicopedagoga Sheri Morgan. Hoy se ha hecho público su último estudio, en el que se empezó a trabajar hace una década, hablando con padres, todos ellos horribles, a fin de investigar su forma de ser y cómo pueden influir en el desarrollo de sus futuros hijos. «El resultado muestra que, con exceso, el tiempo al lado de unos padres normales puede tener consecuencias para el desarrollo de los niños