En Podemos no hay ni deberá haber corrientes ni facciones que compitan por el control de los aparatos y los recursos; pues eso nos convertiría en aquello que hemos combatido siempre: un partido más. Debemos seguir siendo una marea de voces plurales, donde se discute y debate de todo, pero sabiendo que la organización y sus órganos son instrumentos para cambiar las cosas, no campos de batalla. […]