La pelota está desconsolada; la Bombonera –incrédula– ruega por una función más. Acaba de colgar los botines El Último Romántico del Fútbol. Jugador contracultural Juan Román Riquelme. Mientras los sofistas del sudor intimidaban a la cátedra con su oquedad discursiva, Román rompió con el estereotipo. Y le puso sentimientos a su arte. ¿Qué hizo el “10” para romper los cánones establecidos?