Cada ciclo de elecciones alguien en Twitter se acuerda de esta popular viñeta de Mauro Entrialgo. Es una votación cualquiera, un plato de cena, pero en ella se trasluce uno de los problemas clásicos de la democracia: la tiranía de la mayoría. Si sólo tenemos derecho a dar una única elección, es fácil que salga beneficiado quien recaude más adeptos, aunque exista detrás más masa social dispuesta a elegir una opción diferente a su preferencia personal pero de mayor consenso. Y ya se ha llevado a la práctica.

Anuncio honesto del servicio de correo americano sobre el voto por correo en las próximas elecciones, por thejuicemedia

«Un gobierno de Feijóo tendría consecuencias políticas nefastas para muchas personas… incluidas algunas que considero muy cercanas, pues habría gente que quizá decidiera volver a España, y eso no… En fin, ¿esa es la España que queremos? Vayan a votar todos, en masa, a Pedro Sánchez, aunque lo hagamos con poca ilusión, pero con la conciencia de estar evitando un mal mayor», ha dicho. Felipe VI no ha descartado incluso abdicar o exiliarse si finalmente gobierna Feijóo y se cumplen algunas de las «terribles amenazas» vertidas en las últimas horas.

El polémico muñeco de cartón de Pedro Sánchez que la ultraderecha ha exhibido estos días frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid ya es el principal líder de la ultraderecha, según la última encuesta del CIS difundida este mediodía. «Su figura apaleada representa la voluntad de la derecha más extremista», señala la entidad.

Mariano Rajoy ha anunciado esta mañana que no acudiría a depositar su voto en la urna y que en su lugar enviaría a su Soraya Sáenz de Santamaría, quien enseñará el DNI del presidente y votará por él, tal y como han confirmado fuentes cercanas al Ministerio de la Presidencia. En la sede del PP ya se barajaba desde hace días el nombre de la vicepresidenta, y será la primera vez que un ciudadano español no vote directamente sino mediante su “número dos”.