Estos días, una muchedumbre enfurecida ha conseguido generar ruido en redes y medios a través de 40.000 ofendidos registrados en un formulario online. ¿Millennials? No, sus furiosos capitanes son los rancios que han bautizado a los millennials de 'generación sensible. “Están provocando”, “me están ofendiendo”, “no me representa”, “se han mofado”, “es una falta de sensibilidad”. Si quien ha leído estas quejas pasó hace tiempo la frontera de la mediana edad, asentirá seguro de que las ha pronunciado entre lágrimas un millennial exagerado.

Una moneda única, un mercado común e incluso el nombre de “Confederación Europea” fueron conceptos que los nazis barajaron para una Europa tutelada por la cruz gamada. Era 1943 y corrían malos tiempos para Hitler y los suyos tras la debacle de Stalingrado. Como parte del guante de terciopelo que debía vestir la temible mano de hierro del Tercer Reich, se pensó en la creación de una serie de instituciones e iniciativas culturales, incluyéndose una Eurovisión a la nazi en la que España habría tenido el derecho de participar.

Un espontáneo ha saltado al escenario de Eurovisión 2018 mientras actuaba la representante de Reino Unido Surie en la final del certamen celebrada este sábado en Lisboa (Portugal). El individuo ha arrebatado el micrófono a la cantante, aunque rápidamente ha sido reducido por los miembros de seguridad. La cantante ha seguido interpretando su tema bajo un aplauso atronador del público, aunque al final de la actuación ha roto a llorar

Fue una noche de infarto. La votación estuvo muy reñida y al final el televoto lo cambió todo. El cacareo de Netta Barzilai se llevó el micrófono de cristal a Israel. Su mensaje feminista, su crítica a la cosificación de la mujer y una revolución frente a los cánones de belleza establecidos, reforzada por el supuesto

¿Bueno, por qué no? oh canada.

Amaia y Alfred quedaron en vigesimotercera posición en el certamen celebrado en Lisboa con la canción "Tu canción".

Acabó el "mandato", como a él le gusta decir, del portugués Salvador Sobral en Eurovisión. En la hora del adiós, el cantante concedió una entrevista en la que critica con dureza las canciones que se escuchan en el certamen. Según él, "el problema de quienes participan en Eurovisión es que tienen que cantar siempre igual y encima es que lo que cantan es una mierda". Dice que "Toy", de la israelí Netta que ganó este año, es "una canción horrible". Sobre él, comentó que "es el funeral del Salvador Eurovisión y el nacimiento del Salvador músico".

Recopilación de las situaciones más bochornosas de Eurovisión, de las irrupciones de Jimmy Jump al falso (muy falso) directo de Azúcar Moreno.

Durante la retrasmisión del concurso de la canción de Eurovisión la televisión francesa TF1 mostró un conflictivo rótulo en la actuación de los representantes españoles Amaia y Alfred en el que se pudo leer “España de mierda” como título de la canción.

Este ha sido el primer año que he ido a Eurovisión, y en un principio no sabía muy bien cómo iba a narrar por aquí mi experiencia.Pensé contar lo flipante que es vivirlo en Golden Circle, al lado del escenario, viendo cómo se crea magia durante el momento en el que se presentan las postales del país que canta a continuación.Sin embargo, me voy a explayar con algo que pasó durante la segunda semifinal, y que apestaba a homofobia por doquier, y es el hecho de que nos hicieron tirar las banderas LGBT, y no porque se incumpliesen normas.

El pasado Festival de Eurovisión 2018 dejó muchos momentazos y entre ellos el momento protagonizado por la candidatura de Hungría. El grupo de metal y post-hardcore AWS decidió imitar la formación de las fuerzas especiales Ginyu de Dragon Ball en el momento de la presentación.

“Qué maravilla”, “¡Artista!” o “No sé por qué nos presentamos los demás”. Con estas palabras celebraron todos los países participantes en el certamen de Eurovisión la victoria de Israel el pasado sábado. En la víspera del Día de Jerusalén y apenas dos días antes de que Estados Unidos escenifique el traslado de su Embajada a la ciudad santa, Netta Barzilai, la ganadora, fue acogida con una euforia muy poco habitual por parte de todo el mundo. “Ella es la mejor, Israel es el mejor país, puede que gane siempre a partir de ahora”.

Todo empezó cuando los judíos compraron un solar de 22 mil kilómetros cuadrados.

No sé dónde leí hace poco a algunos niños decir que no les hubiera gustado vivir en los primeros dos tercios del siglo XX porque todo era en blanco y negro. La gente menuda, ya se sabe, tiene su particular percepción de las cosas pero es cierto que esa época fue así desde un punto de vista: el televisivo. Y no estaba mal considerado en realidad; al menos en Israel, donde en la década de los setenta se produjo una situación inaudita cuando el gobierno prohibió emitir en color para evitar que se produjeran diferencias socioeconómicas.

Según las normas de Eurovisión, los temas que participan en el concurso deben ser originales. Si se probara el plagio, la canción podría quedar descalificada y y el festival no se celebraría en Israel, pero por el momento la Corporación de Radiodifusión Pública del país no ha sido notificada de ninguna infracción y sigue con los preparativos para celebrar la próxima edición, que aún no tiene ciudad sede.

Eurovisión 2019 ya tiene sede. Tras meses de tensiones y negociaciones entre la UER y el gobierno israelí por lograr un acuerdo satisfactorio para todas las partes, finalmente la organización ha anunciado que será Tel Aviv la ciudad que acoja el festival musical el próximo mes de mayo.

La justicia belga ha rechazado hoy la extradición del rapero Josep Arenas, más conocido como Valtònyc, porque es su principal apuesta para la próxima edición de Eurovisión. El artista, condenado en España por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas, llegó a Bélgica el pasado mes de mayo y desde entonces se ha hecho un nombre en la escena musical del país.

El encanto de Rosalía no ha pasado desapercibido para los eurofans, que han visto en la cantante como una gran oportunidad para que España pueda volver a ganar en algún momento el Festival de Eurovisión. Algo que parece no está del todo descartado.

Actriz, cantante y bailarina, es la pequeña de cinco hermanos. Descubierta por el productor y realizador Valerio Lazárov, en 1998 fue elegida chica Playboy de Europa, apareciendo en la portada de la conocida revista. Recibió un triple disco de platino por su canción ‘Loca’. Abiertamente bisexual, ha participado en varios realities y nunca ha dejado de currar: «Mi vida es trabajar. A lo mejor algún día, cuando la vida me sonría más, me puedo relajar».

Vídeo con las canciones que obtuvieron el peor resultado en Eurovisión, por país en el periodo de 1956, cuando nació el festival, hasta 2017.

Una fotografía de Miki de ‘Operación Triunfo’ con una Estelada atada al cuello se ha viralizado tras el anuncio de que el cantante representará a España en el Festival de Eurovisión.

Francia ya ha encontrado a su representante para Eurovisión 2019. El joven cantante Bilal Hassani, que ha emergido como youtuber de gran éxito en su país, será el encargado de competir el próximo mes de mayo en Tel Aviv (Israel) con la canción Roi. Admirador de Conchita Wurst, quien se proclamara campeona de Eurovisión en 2014, Bilal se ha convertido en todo un referente de los adolescentes LGTBI+ en el país vecino.

La Corporación de Radio Televisión Española (RTVE) incumplió las bases del ‘Proceso de selección de la canción y representante/s de España para el festival de Eurovisión 2019’, documento promovido por el ente público y suscrito ante notario. Según recogen documentos oficiales a los que ha tenido acceso Servimedia, se eligieron 11 canciones candidatas directamente de autores de prestigio para la preselección eurovisiva, cuando las bases del concurso público limitaban esta opción a solo 10 temas.

Si el año pasado las entradas más baratas de la final eran 35 euros este año la cosa no debía andar muy lejana. ¡Juas! La sorpresa fue mayúscula al descubrir que por menos de 85 euros no había ni venda ni vendo, y hablamos de los ensayos de la semifinal. Para la final, la cosa no bajó de 281 euros, y algunas entradas de las más económicas, si es que se pueden llamar así, no salieron a la venta.