La inflamación es una respuesta natural del cuerpo humano a infecciones, virus o golpes. El peligro que tiene es que con una mala alimentación podemos llegar a tener una inflamación crónica. En este caso nuestro sistema inmune ataca a tejidos sanos, pudiendo acabar causando enfermedades y perjudicando el correcto desarrollo de patologías crónicas que pudiésemos padecer.