Novias jugando a la ruleta a las tantas de la madrugada; una torre Eiffel a la sombra de las viejas pirámides egipcias; juego, copas, música, diversión, y todo a lo grande y en medio del desierto. Las Vegas es la gran fuga. Aquí no hay relojes, solo bufés interminables y ríos de bebida. Una ciudad con varias personalidades que lleva reinventándose desde los tiempos del 'Rat Pack'. La ciudad del pecado trabaja para que todo el que la visite pierda la cabeza, desde peces gordos de Hollywood a jóvenes universitarios.