Le han visto hoy por el barrio de Lavapiés conduciendo su nuevo coche, mientras sacaba la mano por la ventanilla para llamar la atención de un amigo y decirle "¡Qué se jodan!", refiriéndose probablemente a la casta. Así mismo, una vecina suya asegura que no daba crédito a sus ojos al observar por la ventana que "el coleta ese, a veces, no tiene ganas de fregar y pone un lavavajillas que tiene en la cocina para ahorrarse el trabajo. Se lo imagina, ¡alguien de izquierdas usando lavavajillas!", palabras textuales de la vecina.

El lavavajillas es un electrodoméstico que aligera una de las tareas del hogar más tediosas, pero podría estar provocando un importante problema de salud en el que es difícil reparar.

El vídeo muestra a un chico trabajando en un restaurante y colocando los platos para que entren en el lavaplatos con una eficacia sorprendente. Después los saca con la misma eficacia.

Esto es lo que ocurre dentro de tu lavavajillas cuando no estás mirando. (01:44)

Un grupo de hombres lavan la vajilla con la lengua.

Un informe publicado en revista Mindfulness afirma que fregar los platos “se trata de una actitud consciente en la que centrar nuestra atención en la calidez del agua, el tacto de los platos o vasos y el olor del jabón que utilizamos, puede desencadenar un estado de ánimo positivo”. Tras seis minutos, los participantes del estudio revelaron sentirse un 27% menos nerviosos y un 25% más inspirados. Es una de las muchas investigaciones que demuestran que las tareas cotidianas, como cargar el lavavajillas o tender la ropa, en realidad pueden ser