Vergüenza e indignación es la sensación con la que millones de españoles recibían el último escándalo del ‘caso Bankia’, una entidad que recibió casi 24.000 millones de euros de dinero público en su rescate. Mientras las cuentas de la caja se hundían, 86 personas, entre consejeros y directivos, dilapidaban millones de euros a través de tarjetas ‘fantasma’ ajenas a la contabilidad oficial de la entidad. Sandra Sabatés informa quiénes eran esos “elementos”.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha puesto en su diana a las 35 empresas que forman parte del Ibex para investigar si en algún momento han evadido impuestos utilizando un método parecido al empleado por antiguos directivos de Caja Madrid desde la etapa en la que Jaime Terceiro estuvo al frente de la entidad.

Los exdirectivos de Caja Madrid que, con las llamadas tarjetas “black”, gastaron 15,5 millones de euros en efectivo, joyas, hoteles, ropa, alcohol y otras cosas que ahora mismo no recuerdan, han despertado hoy tumbados en el suelo de una suite de lujo si entender por qué aparecen sus rostros en la prensa nacional. “¿Dónde cojones estamos?”, ha preguntado Ildefonso Sánchez-Barcoj, exdirector general de Caja Madrid, con un dolor de cabeza “insoportable”. “Tíos, creo que esto es Tailandia, ¿no?”, ha añadido Miguel Blesa.

“Es absolutamente comprensible que la noticia de las tarjetas fiscalmente opacas de Caja Madrid haya provocado la indignación ciudadana”. Así lo afirma Esperanza Aguirre en su tradicional artículo de opinión de los lunes en el ABC en el que critica que mientras hay mileuristas, “estos señores, por el simple hecho de tener buenas relaciones con los partidos, los sindicatos o la patronal, hayan podido estar tirando de tarjeta para gastar o para sacar muchos más de mil euros al mes sin justificar”.

Creó tres empresas opacas que no supo usar y le ocasionaron gastos extraordinarios

Los millones de seguidores que acumulan muchos deportistas en Twitter, Facebook o Instagram resultan una tentación para marcas importantes, muchas de las cuales piensan que logran más beneficio utilizándolos para anunciar sus artículos a través de estas vías. Valga el ejemplo de Cristiano Ronaldo, que acumula nada menos que 292 millones de seguidores en sus redes sociales, valoradas en unos 935 millones de dólares. En Instagram, es el segundo a nivel mundial, con 112 millones, y percibe 400.000 dólares por cada foto que anuncia un producto.

Aquí tienes un truco bastante genial que gustará a amantes de la óptica y voyeurs por igual. Si pegas un trozo de cinta sobre un vidrio opacado, puedes ver con claridad lo que ocurre al otro lado. El efecto esmerilado se crea al hacer que la superficie sea áspera: ya no es plana, por lo que la luz que pasa a través del panel se dispersa en todas las direcciones. Pegar una cinta sobre ella llena la superficie con pegamento, lo que la vuelve suave: la luz puede pasar en una línea más o menos recta.

Un repaso gráfico a las propiedades ópticas de los materiales.