A lo largo de la historia de la humanidad, aquello que parecía “progreso” no siempre ha sido tal. A menudo la naturaleza paga el precio de nuestros avances tecnológicos, incluso amenazando nuestra supervivencia. Algunos de los más reconocidos pensadores, activistas, banqueros y científicos (Jane Goodall, Margaret Atwood, David Suzuki y Stephen Hawking entre otros) nos desafían a superar las trampas del progreso, las cuales destruyeron las antiguas civilizaciones, pero se encuentran traicioneramente integradas en la nuestra.

Es altamente probable, y estaría ampliamente justificado, que estemos viviendo, simple y llanamente, lo que hemos denominado durante años “ciencia ficción”. El hecho de que parte de la población forme parte de generaciones de mediados del siglo XX, que el crecimiento en el mundo sea desigual, que tecnología antigua tarde en amortizarse y modernizarse, y que muchos aspectos de la vida cotidiana no se hayan alterado significativamente desde los ochenta, puede nublarnos de esa visión...

Luego llegó un grupo como King Crimson, que la armó gorda, y estableció definitivamente el género. El género cultureta por antonomasia de aquellos años. El de largas suites, complejos cambios de ritmo, instrumentación extravagante y letras sobre reyes y princesas o, en el caso de Jon Anderson de Yes, sobre absolutamente nada inteligible.

Cuando tocar la batería se convierte en artesanía.

Repaso de Paco Fox a los grupos más importantes de rock progresivo en Andalucía a finales de los 70 y principios de los 80.