En los bosques de Kyushu, el gigante japonés de telecomunicaciones Docomo ha encargado la creación de un larguísimo xilófono instalado sobre una larga pendiente. Han hecho rodar una bola de madera por el xilófono, la cual va golpeando cada barra de madera haciendo sonar la cantata "Jesús, alegría de los hombres" de Bach.