Las veraneantes de Qingdao, en China, utilizan este insólito invento para protegerse de los rayos UVA. Las mujeres orientales no tienen límite en su obsesión por tener el cutis blanco. Ni vergüenza. Ya no les basta con aplicarse extracto de capullos de gusano de seda para protegerse del sol, ni esconderse bajo sombrillas que incorporan una tela negra en su interior para rebotar los rayos UVA. Su blancorexia ha llegado tan lejos, que lucen sin pudor el «bikini facial», un gorro de nylon y spandex que oculta el rostro y el cuello, y deja al descu