Una especie de iglú en lo que parece primera línea de playa.

Andy Burnell, un ávido pescador australiano, siempre se había preguntado qué hacían los cangrejos mientras él estaba en su kayak. Así que ató una cámara a su red para cangrejos y comenzó a grabar. Las imágenes no solo lo sorprendieron a él, sino a muchos otros lugareños de Adelaide, que nunca esperaron que sucediera tanto debajo de la superficie...

Madre e hija, sedientas y con algo de hambre, pidieron un mojito cada una y un plato de patas de cangrejo que disfrutaron tranquilamente, hasta que llegó el momento de pedir la cuenta y ver asombradas que el gasto de su consumición ascendía a 560 dólares (524 euros al cambio). A esta desorbitada cantidad, el local sumaba una propina obligatoria de otros 86 dólares (80 euros). En total, un monto a pagar de 646 dólares (604 euros).

Una impresionante imagen de un cangrejo herradura dorado arrastrando los pies por el fondo del mar con tres peces rayados en lo alto ha ganado el concurso del 2023 de Fotógrafo de Vida Silvestre del Año.