Comparado con las perras, que salen en celo cada 6 meses, el ciclo sexual de las gatas es mucho más complicado y mucho más dramático. Probablemente alguna vez hayas oído el grito desesperado de una gata en celo llamando a los machos, o la has visto retorciéndose sobre su espalda y contorneándose como si estuviera sufriendo terribles dolores. Los gatos macho acudirán a la llamada de la hembra, enfrentándose con cualquier otro gato macho que se interponga en su camino.