Majlinda Kelmendi pasará a la historia del pequeño país europeo Kosovo. La judoca logró este sábado en los Juegos Olímpicos de Río la primera medalla de la historia de la joven nación. Y fue de oro. Kelmendi, de 24 años y favorita al título, superó a la italiana Odette Giuffrida en la final de la categoría de 52 kilogramos. El combate fue muy disputado. Kelmendi sólo consiguió una anotación, pero fue suficiente. Después de que la declararan vencedora, se abrazó a Giuffrida y se puso a llorar.

MedalsPerCapita.com contiene datos actualizados durante Río 2016 sobre el verdadero mérito de la «gloria olímpica»: cuántas medallas consigue cada país en función de su número de habitantes. Además de esto permite elegir cualquier otro evento olímpico e incluso un agregado de todos los tiempos (no se incluyen los juegos de Invierno ni Paralímpicos). Así por ejemplo en Río 2016 el ránking de las medallas per cápita lo lidera Kosovo con una medalla (su población es de 1,8 millones de habitantes).

La falta de medios se suple con la pasión que la lengua de Cervantes despierta entre los kosovares, que a pesar de lo inesperado surgen por ensalmo cuando en la facultad de Filología de la universidad pública de Prístina se busca a alguno de estos improvisados estudiantes. La juventud que abarrota las paradas de autobús en las cercanías de la universidad de la capital tiene como su mayor queja en esa falta de horizontes y salidas, incluida la posibilidad de viajar para estudiar a más países, entre ellos España, cuyos visados sólo se obtienen ex

En las fronteras de Kosovo, cuando se para con alguna de las escasas lineas de autocares que conectan el país con el exterior, se ven pocos pasaportes de fuera de los balcanes. En Prizren, su principal atractivo para el turismo, ni siquiera existe una oficina de información, y tan solo unos pocos hoteles. Pocos se aventuran a entrar en un país que hasta hace poco solo era conocido por la guerra y el conflicto. Sin embargo, cada vez son más los mochileros que llegan atraídos por la curiosidad de estar en la nación más nueva del continente.

Puede que haya que ser grande para hacerse un hueco en el muro de la fama digital, pero este pollo ha decidido abrazar ese concepto de manera literal.

El Estado español no reconoce la independencia de Kosovo y no concede visados a los atletas de ese país. La competición se traslada a Polonia.

Mientras estoy escribiendo este artículo, ya estoy de en casa a Luxemburgo. Acabo de volver de una inmersión cultural intensiva en un país sobre el que no sabía casi nada. Me fui con solo unos pocos fragmentos de información sobre su pasado tumultuoso: Kosovo Aunque esta vez no pude seguir mi principio de viajar lento, puedo afirmar que aproveché al máximo. 3 ciudades que comienzan con P (Pristina, Prizren y Peja) en 3 días, 6 horas de transporte público, muchas cervezas con kosovares, unas de las personas más cordiales y generosas que con

De niños refugiados a jugadores de fútbol profesionales