Aunque se desconoce la procedencia de la grabación, se puede ver al sorprendido trabajador tratando de ocultar su nerviosismo y sonriendo por tan ‘buena suerte’. Cuando ya se iba a ir, tal parece que el hombre le hace una propuesta indecente a la mujer y vuelve a ingresar al departamento, y hasta hace el ademán de querer quitarse el pantalón.

“No tengo noticias suyas. Lo único que sé es que me alegro de que no le vayan a echar del trabajo”. Así de amable contestaba Sergio Soler, el joven ‘youtuber’ conocido como MrGranBomba que tanto está dando qué hablar durante esta semana después de recibir un guantazo por parte de un repartidor al que insultó llamándole ‘caraanchoa’ durante lo que pretendía ser un vídeo de humor, durante su intervención en el programa ‘Hazte un selfi’ de Cuatro.

El fenómeno 'caranchoa' fue muy sonado. La polémica entre el hombre que fue "insultado" mientras hacía su trabajo y el youtuber que "sólo grababa una broma" para su canal quedó en una multa de 30 euros para el repartidor que le propinó una bofetada al joven. Pero la cosa ha seguido dando de qué hablar. Ahora el autor de la bofetada reclama al youtuber la mitad de los beneficios generados con sus vídeos, incluyendo el viral en el que él es el protagonista.

El repartidor al que el 'youtuber' Mr Granbomba llamó "caranchoa" reclama el 50% de los beneficios que obtuvo el vídeo. Mr Granbomba ha rechazado indemnizarle en el acto de conciliación. El vídeo del insulto y la agresión que hizo famoso el "caranchoa" se hizo viral.

En respuesta a la confirmación de entrega y valoración que envía la empresa, el cliente respondió "no muy bien, Amazon".

Llevaba electrodomésticos por valor de 10.000 euros. Cuando fue detenido dijo que quedó con un amigo a comprar droga. Pasó en Murcia.

Vídeo en en el que se explican las instrucciones de la Comunidad de Madrid para encargar a los repartidores de Telepizza la educación tanto primaria como secundaria.

Amazon ha tenido que despedir a uno de sus repartidores en Reino Unido después de que fuese sorprendido defecando en el jardín de uno de los clientes a los que tenía que entregar un pedido.

Amazon está perdiendo, en el proceso de reparto, numerosas consolas PS5. Un conductor fue grabado por un sistema de videovigilancia marchándose de un domicilio sin entregar la PS5 que transportaba para el cumpleaños de un chico de 16 años.

Precioso momento el que se vivió la pasada noche en la Terminal 2 del aeropuerto de El Prat de Barcelona. Un joven encargó a un repartidor de Glovo que fuera corriendo hasta la zona de salidas para evitar que el amor de su vida se subiera a un avión y se marchara para siempre. “Cuando vi que Marisa se iba a ir para no volver, no lo dudé”, se sincera Andreas Manero Carbó, el joven enamorado. “Enseguida cogí el teléfono, abrí la aplicación y le pedí a un repartidor que la detuviese”, añade emocionado.

El dueño de una empresa de alimentación de Argentina denunció que un hombre pidió comida a domicilio y, cuando fueron a entregársela, le robó la moto al repartidor.

González explicó que durante meses trabajó repartiendo pedidos de la compañía Rappi en la ciudad de Mérida. En una ocasión, mientras se encontraba en su horario laboral, recibió una notificación de la app que le informaba sobre una entrega próxima a su ubicación.

Con una bicicleta achatarrada que supera los 20 años rodando por las calles De Sao Paulo en Brasil y mucho talento pedaleando. Así retó un repartidor de comida a domicilio a una de las estrellas emergentes del equipo Movistar. (Noticia real)

Los repartidores de Glovo también irán sin casco para demostrar que la comida de los clientes es mucho más importante que sus vidas. “El cliente lo que quiere es que la comida le llegue rápido y el resto es irrelevante. Saber que una persona ha arriesgado su integridad física para que tú te ahorres entre uno y tres minutos de espera es lo que convierte una cena mediocre en una experiencia única”, añaden. La compañía de reparto también ha informado de que, por 50 céntimos más, los clientes podrán golpear a los ‘riders’ cuando los vean por la

Andrea explica una surrealista vivencia que tuvo lugar al recibir un paquete de la popular compañía. Todo empezó cuando el repartidor le pidió pasar al baño de su casa y, a partir de ahí, el relato se convierte en una película de terror con un final inesperado.

Vuelve a saltar la polémica con los repartos a domicilio. Esta vez, un repartidor ha tardado casi 6 horas en subir a la cima del monte Fuji (3.776 metros), en Japón, con un objetivo: entregar una pizza a un cliente. Mientras que el precio de la pizza era de 3.776 yenes (unos 27,5 euros), la entrega hizo que ascendiera a 40.000 yenes (unos 291 euros). Este insólito servicio tuvo lugar el 20 de agosto, llegando a hacerse viral en redes sociales en la actualidad.

Una usuaria de TikTok repartidora de Telepizza, ha sorprendido a muchos al publicar un vídeo en el muestra cuánto ha ganado en propinas durante 14 meses de trabajo. '¿Cuánto creéis que hay?'.

La otra mujer tampoco sabía que tenía pareja, por lo que ambas terminaron echándolo de casa.